Primero fue un tatuaje en el abdomen, luego se retocó su admirado flequillo, y ahora Justin Bieber se ha puesto un pendiente. El joven cantante, quien va perfilando poco a poco su estilo, se dejó ver ayer luciendo su nuevo complemento en la gala de entrega de los premios ESPY, unos galardones entregados anualmente por el canal de cable ESPN a lo mejor del deporte mundial. Vestido totalmente de negro, al igual que su chica, Selena Gómez, el canadiense fue el encargado de entregar uno de los premios y con el fin de hacer algo de parodia, lo hizo ataviado con un traje de piloto. Justin no deja de cosechar éxitos, no solo en el mundo de la música, donde ya ha conseguido lo que ni siquiera había soñado, sino también en las redes sociales, pues el Twitter el intérprete ya cuenta con 11 millones de seguidores.
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